El Halcón Peregrino nace como una intención, como un camino a seguir. El tiempo, los proyectos realizados, las personas conocidas, los aportes recibidos, las experiencias compartidas, enriquecieron y transformaron su concepción inicial superando los límites alguna vez visionados.
La compañía y contribuciones de quienes se atrevieron a peregrinar por el “camino del arco”, son, sin lugar a dudas, la mayor motivación que hemos tenido durante estos años para explorar nuevos senderos y descubrir nuevas posibilidades para el desarrollo personal.
Redescubrir el valor del juego, entender que “hacerse el tiempo” para uno mismo es tan significativo como cuidar la salud o los afectos. Vivenciar la importancia de compartir con colegas arqueros en la diversidad de edades, género y capacidades. Conectarse con uno mismo, con la tierra, con el cielo y el elemento.
Elemento que en su nobleza brinda una multiplicidad de recursos para crecer, evolucionar, trascender. Elemento que en su sabiduría nos enseña, nos motiva, nos guía. Elemento y practica que nos perfecciona, nos libera, nos expande.
Practica que facilita la toma de conciencia de cuerpo, mente, emociones, espíritu. Practica que conecta, sintoniza, une. Practica que es, aquí y ahora.
El Halcón Peregrino en su incesante viaje, saluda, da la bienvenida y agradece a todos los que se atrevan y estén dispuestos a dejarse así mismos, encontrarse y liberarse.
¡Salud y que el vuelo de sus flechas sea certero!